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Razas

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En líneas generales, existen tres tipos de razas de gallos, o mejor dicho, tres tipos de clasificaciones. Estas son: razas de gran talla, mediana y talla baja. Es importante tener en cuenta esta clasificación, sobre todo para el estudio y determinar el tipo de gallo de pelea.

Además, esto también es importante en el momento de cruces, o para la reproducción de gallos de pelea, pues hay quienes prefieren tener crías de sangre pura; de esta manera pueden conservar la calidad, o la pureza de las razas. Hay galleros que piensan que la gallina es la que determinará la bravura, o la calidad del gallo. En el caso de que el gallo se retire de un combate, y lo mismo suceda con los demás gallos procedentes de una gallina, esta es sacrificada.

Sin embargo, no hay pruebas claras de que sea la hembra la que determine este aspecto del gallo. Además, hay que tener en cuenta que estas razas también pertenecen a ciertas regiones del mundo, o por lo menos, su origen viene de lugares concretos. Así que veamos a continuación algunas de estas razas. a continuación conocerás cuales son los principales tipos de gallos de pelea.
 

Razas de tallas grandes

Estas son los gallos pesos pesados, por decirlo así. Así como en el mundo del boxeo existen categorías, en el caso del gallo de pelea, estos también tienen categorías, dependiendo del tamaño y peso del gallo. Por esta razón, a este grupo se les considera de talla grande, o gallos de gran talla.

Combatiente de Indias: Originaria le la India, esta raza proviene de otro grupo de gallos, conocido como el gallo de Malaya. Por esta razón se puede decir que son sus descendientes. El gallo de pelea de la India tiene el plumaje laceado, y es muy parecido al de las perdices, en este caso, al de las hembras.

Aunque originalmente se comenzó a criar para otros fines, pues no se le consideraba como un ave de pelea, en la actualidad se la clasifica dentro de las razas de lid; aunque más bien es usada para obtener crías y hacer cruces de razas para obtener nuevas.

Malaya: La raza Malaya desciende del gallus giganteus, o en otras palabras, del gallo gigante, que provenía de la región de Malaca, en la península que lleva dicho nombre.

Este tipo de gallo de pelea tiene un cuello largo, además de la cresta tal como la tienen los pavos, o al menos, parecida. Además, el cuello lo tiene alargado y ligeramente curvado hacia adelante. Estos gallos pueden pesar más de siete kilos, y medir unos noventa centímetros de altura.

Debido a su peso, y por lo tanto, su lentitud, en la actualidad no se usa tanto para el combate; más bien para el cruce y obtener gallos más ágiles con algunas de sus características.

Gallos Shamo: Su origen no ha sido determinado aún, pues corren muchas especulaciones al respecto. Sin embargo, la raza Shamo se cree es originaria de Japón y cuya procedencia u origen proviene del gallo malayo, es un ave de un tamaño considerable, además de robusto. Su cuello es largo, además de musculoso. Se cree que son gallos orientales.

Se le considera un gallo fuerte, de gran resistencia física. Hay quienes creen que de este gallo provino la raza americana. Aunque esta teoría aún sigue en discusión.

Raza belga: es una raza originaria del centro de Europa. Es una de las razas más fieras que existen. El gallo de pelea belga es corpulento, sus ojos son rojos y su pico es un poco alargado, además de fuerte. Su cuello es largo, al igual que sus plumas. Su cola es larga. Sus patas también son robustas. Un gallo de pelea digno para el combate.

Hay que tener en cuenta que, en la actualidad, debido a que algunos gallos de pelea provenientes de esta raza son muy pesados y poco ágiles para el combate, estos son usados para el cruce de razas, así como una especie de gallos sementales. Esto con el objetivo de obtener gallos de pelea más agiles.

 

Razas medianas

Estas razas son más pequeñas, y por tanto más ligeras que las razas grandes. Su estructura ósea les permite moverse más rápido, lo que las hace idóneas para convertirse en gallos de combate.

Veamos a continuación algunas de estas razas.

Asil: Esta raza de gallos procede de la India. La contextura de este gallo de pelea lo convierte en un ave con una fisionomía más compacta. Además, el cráneo es más ancho y más fuerte. Sus plumas están levemente erizadas. El pico de esta raza de gallo de pelea es más bien grueso con una ligera curvatura; además su cresta es corta.

La cola es más bien corta, al igual que sus alas, sin embargo, estas son un poco anchas. Las patas, así como los muslos son fuertes. De esta raza en particular, existen al menos cuatro variedades; algunas son más corpulentas, y otras no tanto.

Gallo de pelea español: El origen del gallo de pelea español está relacionada con la raza Old English game. Sin embargo, el gallo de pelea español es más acuerpado, o corpulento. España se ha caracterizado por ser un importante exportador de gallos a diferentes partes del mundo, pues tiene una tradición que viene de siglos.

De hecho, la tradición de los combates de gallo en toda Hispanoamérica procede, precisamente, de España; y por esta razón el gallo de pelea español es muy conocido y apreciado por todos los que crían gallos.

Razas de gallo de pelea inglesa: Se dice, o se cree, que a partir de esta raza de gallos, surgieron las demás razas que conocemos actualmente. Es más, se cree que la raza Old english game ya estaba en Inglaterra incluso antes de la llegada de los romanos. Además, a partir de esta raza se derivan muchas otras razas que se han convertido en propicias para ser un gallo de pelea.

En el caso de la raza inglesa, la cabeza es más pequeña; sin embargo su cuerpo es corpulento, con su pecho ancho y de alas cortas pero fuertes. Sus patas son alargadas, y su cola también es larga.

Como ya mencionamos, las razas medianas son las preferidas por los galleros. Así que el gallo de pelea moderno se deriva, principalmente de estas razas. Por supuesto, existen otras razas, cuyas características mencionaremos a continuación.

 

 

 

Acerca del Criadero

Soy el MEng. Ing. Jimmy Murillo, aficionado al deporte de los gallos de combate desde mi niñez cuando apenas tenía 3 años de edad por el año de 1985, pasión que llevo de herencia en la sangre por mi padre y abuelo paterno que compartían la afición a los gallos de combate. Leer más

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